sábado, enero 16, 2010

Día 898, sábado

Anoche, en la fiesta a la que fui en casa de un amigo, llegaron dos chicos del colegio Alpamayo. No me refiero a que aparecieron dos chicos de la clase de mi ex colegio, que me senté con ellos a tomar un par de cervezas y a conversar, o que nos saludamos como lo hacen aquellos que se identifican como de la misma promoción. A la fiesta de mi amigo llegaron dos tipos con el uniforme del colegio Alpamayo. Apenas los vi cruzar el umbral de la puerta, quedé petrificado. Los reconocí al instante: efectivamente, eran chicos del salón, y estaban vestidos con el uniforme del colegio Alpamayo, mirando entre las personas de aquella bulliciosa reunión en busca de algo. Por mero instinto de supervivencia, me escondí en la cocina hasta que los chicos se fueron. Según pude notar, uno de ellos llevaba un cuchillo en la mano.